La primera comunión de Ivet fue una fiesta preciosa y sencilla, post-confinamiento. Gracias a la combinación de detalles florales como las rosas frescas, hojas de eucalipto, mobiliario de madera y atrezo de color blanco convertimos el salón en un auténtico jardín con olor a rosas blancas. ¡Puro amor!
A pesar de las escrupulosas medidas de higiene y de seguridad para evitar contagios por coronavirus, conseguimos darle un ambiente de celebración y de «nueva normalidad».
La bienvenida la daba un gran globo gigante blanco decorado con hojas de eucalipto y a su lado un caballete de pintor donde se apoyaba la frase de bienvenida. Guiamos los invitados a su mesa con un sitting muy rústico que no pasaba desapercibido. Adornamos las cuatro mesas con unos centros de rosas blancas y creamos el ambiente de fiesta con más globos blancos. ¡Y sorpresa! Los pequeños de la fiesta tenían un regalo en su silla. Y para los adultos un recuerdo floral – un jarrón muy auténtico de vidrio y madera con flores preservadas.
Montamos con @las_bodas_de_lia una Candy Bar con varias bomboneras de cristal de distintos tamaños y Ivet regaló a sus amigos los botes de cristal llenos de dulces, con tapa personalizada. ¡Todo un éxito!
Y también un photocall muy acorde con la ambientación floral de la sala.
En resumen, una idea tan versátil que puede servir de inspiración para decorar un Bautizo, comunión o una boda. ¡Esperamos que os guste!
Espacio: @masia_castellarnau
Decoración floral: @eltallerdekitina


